12.25


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Torre Raone Pecorino d’Abruzzo


· Uva:  Pecorino.

· Región:  Abruzzo, Italia.

· Temperatura: 10° a 12°C.

· Guarda: De 3 a 5 años.


· Autor/a: Luis.

· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!




Para ser sincero, este vino me voló la cabeza. Es de esos que te desarman los prejuicios y te recuerdan por qué amamos este mundo de los vinos, que va contracorriente de lo fácil y lo comercial. En un mundo lleno de blancos predecibles, llega este Pecorino y te sirve una dosis de energía pura, como si un rayo de sol italiano saliera directo de tu copa. Pero lo que lo hace realmente especial no es solo su sabor, sino la historia de rebeldía y ciencia que hay detrás.

Para entender este vino, hay que conocer al genio detrás de la botella: Luciano di Tizio. ¡Prepárate para el chismecito! Resulta que Luciano no es el típico heredero de un viñedo con siglos de historia, él es un agrónomo, un científico de la tierra. En 1997, vio un terreno abandonado en Abruzzo —esa espectacular región italiana atrapada entre los picos nevados de los Apeninos y la brisa salada del mar Adriático— y, en lugar de maleza, vio un potencial increíble.

Decidió construir su sueño desde cero, con una misión clara: rescatar las uvas autóctonas a las que ya nadie les hacía caso. Su objetivo no era solo plantar uvas, sino restaurar un ecosistema, demostrando que la mejor tecnología en el campo es una tierra viva y sana.

Su protagonista fue la uva Pecorino, conocida como la "ovejita" porque, según la leyenda, a los rebaños de ovejas (“pecora”) les encantaba comérsela en las montañas. Esta uva casi se extingue, pero Luciano, con su visión de científico y su alma de granjero, le dio una nueva oportunidad. En una época donde se premiaba la cantidad sobre la calidad, muchos viticultores la arrancaron para plantar variedades más productivas. Era un tesoro escondido a plena vista. Lo que la hace única es su increíble equilibrio natural: acumula mucho azúcar (de ahí que a las ovejas les gustara) pero mantiene una acidez altísima. Esa dualidad es el santo grial para un gran vino blanco.

Luciano fundó Torre Raone bajo una filosofía radicalmente simple: respeto total por la tierra; cero químicos, todo orgánico y mínima intervención en la bodega. Él no "hace" el vino, simplemente acompaña a la uva para que se exprese con total libertad. Hoy, su hijo Dante sigue sus pasos, asegurando que este legado de honestidad continúe.

Y toda esa esencia, toda esa historia, la sientes en la copa. Este no es un vino tímido. En nariz, su introducción es una explosión de jazmín, fruta blanca como pera y durazno, con un latigazo cítrico de toronja, toques de flores de acacia y un toque herbal a salvia.

Pero el clímax llega en la boca: tiene una textura cremosa que te envuelve —un truco de magia que logran al dejar que el vino descanse sobre sus lías—, seguida de una acidez vibrante que te despierta y te pide otro trago.

El desenlace es un final largo, salino y mineral que te transporta a la costa del Adriático, un final que persiste, recordándote ese toque de piedra de río que solo los viñedos con influencia marina pueden dar.

Es el sabor de una uva rescatada, cultivada en un suelo vivo, por una familia que cree que el mejor vino es el que habla con la verdad.


Lo recomendamos tomar:

1. En una tarde de terraza con amigos y mucho chismecito.
2. Comiendo Risotto de limón con camarones, o un aguachile verde bien fresco.
3. Escuchando el álbum Lux de Rosalía. En especial la canción llamada ‘Suavignon Blanc’ ;).

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Re Bianco


· Uva: Sauvignon Blanc, Chardonnay.

· Región: Ravena, Italia (Colli di Faenza bianco DOC)

· Temperatura:  08º a 10º C.


· Guarda: Hasta 2 años.


· Autor/a: Ana.


· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!



Quiero que pongan mucha atención porque este proyecto y estos vinos movieron en mí lo que espero hacer yo con estas palabras para tí.

Antes de probar esta etiqueta, elegí escribir sobre ella. Primero porque me encantan los blancos y en segundo lugar porque su etiqueta es llamativa y divertida (elegí como newbie juzgando “el libro por su portada”). Al profundizar mi investigación me di cuenta que este proyecto y sus vinos pueden ser claramente juzgados como vinos “menos serios”, lo cual no es malo, pero desmerece su trasfondo completamente.

Treré es un proyecto que me hizo conectar desde el inicio a un nivel personal y lo hará contigo si, como yo, eres perfeccionista hasta la médula. Morena Treré nos cuenta que cuando se enamoró de la enocultura y heredó el proyecto de su padre y fundador, quiso llevarlos con la filosofía de mejorar constantemente los vinos y los suelos del viñedo. En Treré se cree que es su deber mejorar constantemente la calidad e imagen de sus vinos por representar a la región de Romagna, que al fin está recibiendo el reconocimiento que siempre ha merecido (siendo en 1997 cuando se reconoció la DOC de Colli di Faenza).

Otra cosa que me llamó la atención es la historia familiar de cómo su padre le heredó el proyecto a ella, como su hijo lo hará en un futuro. ¿Por qué las bodegas suelen inevitablemente pasar de generación en generación?

La respuesta es sólo una suposición de mi parte pero creo que es la misma por la que yo me enamoré del vino y por la que ustedes están dentro del Club Chidos. El vino tiene una forma sutil y poética de crear lazos. Esa comunidad que formamos a través de cada uno de ustedes es similar al lazo sanguíneo y amoroso que Valeriano Treré le compartió a Morena y, a su vez, a su hijo Massimiliano. Es como si el vino se absorbiera hasta las venas, ¿no? Me gusta pensar que es así.

Y luego llegamos a los vinos… “Re Bianco” me hace pensar en un acento argentino como cuando se refieren a que algo es muuuuy “algo”. ¿Será que este es un blanco a la “n” potencia?

No me sorprendería que fueran así todos sus vinos, y es que a pesar que siempre les mandamos vinos para explorar y aprender, este para nada es uno “fácil”. Re Bianco se tomó su tiempo para estar listo y es uno que podría esperar aún más. Vinificado en tanques de acero con reposo en lías por dos meses, después pasó dos meses en botella (esto hace que los vinos “se calmen” e incluso sigan evolucionando en ella).

Este es un vino que espera y hace que valga la pena. Que te sorprende con sus notas a especias dulces como anís, hojas secas, un toque ligeramente vegetal y esa untuosidad en boca como mantequilla; que hace que incluso al esperar para abrirlo, sea dulce cada minuto. Recomiendo que esperes a compartirlo con una persona perfeccionista, paciente y que te haga muy feliz para que maride con tu vino.


Lo recomendamos tomar:

1. En una plática profunda con alguien especial.
2. Acompañado de un Cacio e Pepe.
3. Escuchando el álbum LOVED de Parcels.


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Orzo cremoso (entrada)


  • Esta receta marida con tu Re Bianco.



Ingredientes:



- 2 cucharadas de mantequillas sin sal
- 350 g de orzo
- 4 dientes de ajo finamente picados
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 2 tazas de caldo de verduras o pollo sin sal
- 2 tazas de leche entera
- 1 taza de jitomates secos
- ½ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de pimienta negra
- 100 g de espinacas baby
- 50 g de queso parmesano finamente rallado, y extra para servir




PROCEDIMIENTO:


1. En una olla grande derrite la mantequilla. Agrega el orzo y ajo y cocina hasta que el orzo esté ligeramente dorado, aproximadamente por 4 minutos.

2. Agrega la pasta de tomate y cocina hasta que se integre.

3. Agrega el caldo, la leche, los jitomates secos, sal y pimienta. Sube el fuego a medio-alto y deja que hierva.

4. Baja el fuego y cocina a fuego lento, revolviendo con frecuencia por 12 a 14 minutos, o hasta que el líquido se haya absorbido casi por completo y el orzo esté tierno.

5. Agrega las espinacas y el parmesano, cocina revolviendo con frecuencia hasta que las espinacas se ablanden.

6. Retira del fuego y sazona con sal y pimienta si es necesario.

7. Para servirlo, puedes llevarlo al centro de la mesa en un recipiente (o en la misma olla) o en platos individuales. No olvides rallar mucho queso parmesano por encima.