05.25


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Les vignes d’Héloïse rouge


· Uvas: Syrah, Grenache y Marselan.

· Región:  Costières de Nimes, Valle del Ródano, Francia.

· Temperatura: 14º a 16º C.


· Guarda: Hasta por 2 años.


· Autor/a: Mónica.  


· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!



Ubicada en el vínculo natural entre Valle del Ródano y Languedoc, bañada por las brisas del Mar Mediterráneo, privilegiada por un terroir único, y protegida por el viento Mistral, se encuentra Château Font Barrièle. Sonó romántico ¿verdad?

Éste es el estilo de vino que me hace recordar por qué me enamoré del mundo vinícola, pero déjame contarte un poco más:

Esta bodega se encuentra ubicada en la D.O. Costières de Nimes, dentro de una zona que protege al ave Sisón (misma que se convirtió en el símbolo de la vinícola), una especie que anida en el suelo y que ha adoptado las viñas como su hogar.

Esta bodega inició desde 1857, a la par que las primeras vides se plantaron en la región. Desde sus inicios el proyecto ha pertenecido a la familia Gourjon siguiendo una larga tradición familiar. Fue hasta el 2012 que experimentaron con una renovación y ampliación de la bodega y finalmente en el 2015 adoptan un enfoque sostenible y la viticultura biodinámica.

Hoy en día la filosofía de Château Font Barrièle gira en torno a dos valores: el patrimonio y la pasión, brindando respeto a los antepasados de Christian Gourjon (actual dueño), y preservando el terroir que ha dado vida a joyas como estas.

El vino que estás probando pertenece a la línea “Les Vignes d’Héloïse”, dedicada a la hija de Christian. Héloïse emana alegría y jovialidad como cada uno de los vinos de esta gama. En este blend de Grenache, Syrah y Marselan encontrarás el clásico perfil del Valle del Ródano, algo intenso y poderoso, con frutalidad, frescura, y un toque especiado y herbal.

Además de lo chido del proyecto, lo rico del blend de las uvas del Ródano, y lo excepcionalmente bien qué está hecha esta botella, Château Font Barrièle cuenta con otra gran ventaja. Sus suelos tienen ¡más de dos millones de años! ¡Sí, leíste bien! Los guijarros son el suelo por excelencia del sur de Francia y su principal bondad es que retiene calor todo el día, manteniendo calientita a la vid por las noches, ayudándola a madurar de manera uniforme y dándole un punch de mineralidad a sus vinos.

Si te gustan los vinos en los que en cada trago descubres aromas y sensaciones diferentes, seguro éste te va a encantar. Cheers!
Lo recomendamos tomar:

1. En una noche de pelis o series.
2. Comiendo pizza o lasaña a la boloñesa (o cualquier cosa que lleve pomodoro, saca la expresión frutal del vino).
3. Viendo FRIENDS, temporada 10 cuando Phoebe se casa en Max.


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Le Chant des Griots


· Uva: Viognier.

· Región: La Mausse, Languedoc, Francia.


· Temperatura: 07º a 12ºC.


· Guarda: ¡Tómalo ya!


· Autor/a: Ana.


· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!




En Vinos Chidos creemos en el concepto (en mi opinión) más poderoso de todos: el de comunidad. Amamos establecer vínculos con los miembros del club, con la comunidad que va de paso por las tiendas; con los productores que conocemos de paso por los países de donde importamos los vinos que te llegan.

Siempre buscamos compartir con todos ustedes nuestra pasión y lo que aprendemos de cada persona que conocemos, porque crecemos con cada plática que tenemos con los productores que forman parte del Club Chidos.

Cambis nació en 2010 cuando Annick Perolari decidió dedicarse a la viticultura y a emprender su propia marca de vino. Es raro hablar de una bodega, en especial en Francia, que no sea una tradición de generación en generación con años de experiencia, pero todas las tradiciones tienen que empezar por algún lado, ¿no?

Martin es ahora el dueño y winemaker de Domaine de Cambis y es uno de estos productores con los que platicamos, compartimos y ahora son amigos chidos que nos reciben “con los brazos abiertos” cada vez que vamos a su país y viceversa. Antes no tenía contemplado dedicarse a ser el sucesor de la bodega pero como usualmente sucede, pasó a sus manos para continuar con lo que su mamá había construido con tanto amor y esfuerzo.

Recientemente nos visitó en México e hicimos una experiencia VIP con él en la que pudimos probar una selección de vinos sacados (literalmente) de su maleta y que no van a llegarnos nunca. Pudimos explorar algunas de las etiquetas de guarda, alguna que otra edición especial, y todas guiadas por la persona que directamente los produce. ¡Hablemos de exclusividad!

Ubicada en una región pequeñita y remota dentro de Languedoc, Domaine de Cambis busca reflejar las uvas que mejor se dan en su zona con prácticas orgánicas desde el primer momento. Así podemos ver que hay bastantes etiquetas monovarietales (Cinsault, Carignan y Viognier 100%) combinadas con los de mezclas de uvas en donde experimentan los estilos únicos que los representan.

Hablar de representación en una región tan aislada y en un proyecto que lleva relativamente poco tiempo de vida es hablar también del esfuerzo constante de Martin y su familia para conocer a profundidad su suelo, su clima y lo que mejor le va a la tierra para enriquecerla cada vez más con los años. Actualmente empezaron a excavar y analizar su suelo para entender mejor la forma en que se está cultivando y potencializar cada vez más la calidad de las vides, y por lo tanto sus vinos.

Les Chants des Griots, que significa “El canto de las cerezas”, es un vino fresco que te acompaña perfectamente con el calor primaveral; con notas minerales, herbales y cítricas, puedes acompañarlo con alguna botana que te haga feliz, y con tus mejores amigos.

Lo recomendamos tomar:

1. Con amigos en domingo.
2. Comiendo una smashed burguer de tu lugar favorito.
3. Escuchando el EP “Papota” de Ca7riel & Paco Amoroso en Spotify.

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Château Lagrange Rosée du soir


· Uva: Cabernet Sauvignon.

· Región:  Capian, Francia.

· Temperatura: 08º a 12º C.


· Guarda: ¡Tómalo ya!


· Autor/a: Karla.


· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!




¿Te has preguntado por qué nos gusta trabajar con bodegas pequeñas?
La respuesta la tienes en tus manos, justo dentro de esta botella.

Este rosado lo hacen en familia en el Château Lagrange, que se ubica a las laderas del río Garona a 25 km al sureste de Burdeos, ajá Bordeaux.

Esta es una de las principales regiones vitivinícolas de Francia por sus vinos tintos de gran guarda, hechos principalmente con Merlot y Cabernet Sauvignon. Además de estos, también se destaca por sus vinos blancos, súper frescos hechos con Sauvignon Blanc y Semillón; y por sus Sauternes, vinos dulces que son casi como coleccionables. Tip: si consigues uno de estos, te aconsejo que lo acompañes con un quesito azul. Créeme, es una experiencia religiosa.

Para que te des una idea de lo especial que es esta región, cada segundo se venden 15 botellas de vino de Burdeos en todo el mundo, y déjame te digo que no son naaada baratas, de hecho de aquí provienen algunos de los vinos más caros.

Este vino viene específicamente de Capian, una localidad pequeña pero reconocida por su consistencia, calidad y por la honestidad con la que reflejan su terroir.

Regresando al Château Lagrange, te cuento que sólo trabajan 10 personas en la bodega, una familia liderada por los hermanos Oliver y Laure. Su deseo principal es seguir trabajando a “escala humana”, para poder controlar todas las etapas de producción, desde el trabajo en las viñas hasta la venta directa, respetando la tradición de la región y el AOC de calidad.

En su bodega producen, blancos, rosados y tintos, todos con las uvas típicas de la región. Este rosado es un monovarietal de Cabernet Sauvignon que se ha fermentado con levaduras autóctonas, déjame explicarte.

Cuando las uvas están en el campo conviven con un millón de agentes orgánicos. Uno de ellos son las levaduras naturales del ambiente en donde crecieron, y de las cuales están impregnadas de raíz a punta porque literalmente están por todas partes. Entonces, así como cortan los racimos, los llevan a la bodega, los estrujan. Y con esa mezcla rica en azúcares naturales (o sea comidita segura para las levaduras) comienzan a reproducirse y a fermentar todo el mosto para transformarlo en vino, sin necesidad de añadir levaduras extra. La naturaleza siempre es bondadosa cuando la cuidamos. 🙂‍↕️

Además de este proceso también este vino es muy interesante porque pasa 5 meses reposando sobre lías (o sea las levaduras muertas 😵); este proceso le va a dar cuerpo, mayor complejidad aromática y una acidez equilibrada.

Disfruta mucho este “rocío del atardecer” (o rosée du soir), porque LITERALMENTE te va a transportar a ese momento con sus notas cítricas a toronja, limón eureka, fresas frescas y durazno. También es un poquito mineral y algo spicy. ¡Estoy segura de que te va a sorprender muchísimo!


Lo recomendamos tomar:

1. En una tarde calurosa de domingo con compañía o solitx.
2. Comiendo un dip de mejillones ahumados, queso crema y chips de papa.
3. Escuchando el álbum Sueño Cítrico de Silvestre y La Naranja.

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Savoir lire entre les vignes


· Uvas: Grenache, Syrah, Mourvedre.

· Región: Côtes du Rhône, Francia.

· Temperatura:  16º a 18º C.


· Guarda: De 3 a 5 años.


· Bonus: AOP Côtes du Rhône.


· Autor/a: Yirah.


· Disponible en: Exclusivo para miembros de Club Chidos. ¡Escríbenos si quieres más!





El vino que sabe de historia, terroir… ¡y flow!

El Château Font Barrièle está justo donde la Camarga se encuentra con la Provenza y le da un besito al Valle del Ródano. Es como el punto de encuentro VIP del vino.

Esta bodega fue creada en 1857; durante este periodo y hasta la actualidad la familia la reestructuró y la amplió hasta alcanzar las 72 hectáreas de viñedo que hoy posee. Trabajan con prácticas orgánicas (no usan químicos) y biodinámicas basándose en el calendario lunar desde la cosecha hasta el embotellado. Además de esto respetan la flora y fauna local, y conservan las antiguas construcciones para preservar la historia de sus raíces. El viñedo honra su ubicación en el Ródano manteniendo las variedades de uva históricas de la región: Syrah, Grenache, Mourvèdre y Cinsault.

En esta bodega les encanta lo viejito, por eso no tocan los árboles antiguos, dejan que los arbustos sigan su rollo, y hasta las flores silvestres que brotan al pie de las viñas tienen su lugar VIP.

¿Herbicidas? ¡Ni en pintura! Hace mucho que los mandaron de vacaciones permanentes. Château Font Barrièle prefiere trabajar la tierra con cariño, lo justo y necesario, como quien cuida un bonsái pero en versión granja gigante. La filosofía de la bodega se basa en que la naturaleza es la mejor jardinera: ella solita se organiza, se protege y se alimenta, ellos solo la acompañan en el proceso de cuidarlas, y de paso hacen grandes vinos.

Y no solo eso: los viñedos están en una zona de protección especial para el ave sisón. Este pajarito adorable anida entre las uvas y se pasea como si fuera el dueño de la bodega (spoiler: lo es un poco). Orgánico, biodinámico y con vecinos emplumados.

¿Cómo se hizo este vino?

Sin complicarse la vida: primero, la uva se cosecha de noche, cuando el calor no molesta y las uvas están fresquitas (como si las despertaras de una siesta). Nada de sulfitos al llegar a la bodega.

Luego pasa a cubas de hormigón donde se le da un remontado suave diario (como un pequeño masaje de spa para que el jugo y las pieles se lleven bien). Fermenta entre 24º y 25°C, y se queda un mes macerando para absorber bien todos esos sabores intensos.

La bodega produce 5 gamas de vino, cada una de ellas tiene algo muy particular: encarnar todo el terruño y expresar lo que los franceses llaman “terroir”.

Esta etiqueta pertenece a la línea “Savoir lire entre les vignes”, que traducido al español significa “Saber leer entre las viñas". ¿Y eso qué quiere decir? Que el enólogo no solo trabaja la tierra, la escucha, la entiende y la cuida; mantiene una conversación silenciosa con el viñedo para conocer qué necesita y cómo puede ayudarlo a dar lo mejor de sí. El resultado es un vino que habla con sinceridad, que refleja el alma del terruño y todo el cariño con el que fue hecho.

¿Y el clima?

¡Mejor que un ventilador! En verano las brisas mediterráneas acarician las uvas con elegancia, mientras el Viento Mistral (importante en esta región) llega a poner orden, refrescar el ambiente y decirle a las uvas: “Tranquilas, maduren con calma y estilo”. Resultado: fruta intensa, equilibrio total… y un terroir que parece tener su propio playlist de jazz suave.

Personalmente encuentro este vino un poco tímido al inicio, pero me di cuenta de que NO LO ES, solo hay que darle tiempo de oxigenarse, te recomiendo abrirlo 30 minutos antes para que saque todos esos aromas y sus taninos se suavicen un poco.
Aunque como te expliqué al inicio, vale la pena que lo guardes para que evolucione mejor en botella y sus taninos sean más tersos. Considero que la espera es un regalo y este vino nos enseña el valor de la paciencia.

Gracias por acompañarme en este viaje sensorial entre vides antiguas, sisones felices y taninos con carácter. Nos vemos en la próxima botella. 🍷


Lo recomendamos tomar:

1. En una noche de charla con gente que ríe fuerte.
2. Comiendo cordero con finas hierbas.
3. Leyendo el libro Siddhartha de Hermann Hesse.


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Fabada Asturiana 
(plato fuerte)


  • Esta receta marida con tu Les vignes d’Héloïse rouge.



Ingredientes:

- 500 g de alubias
- 2 chorizos asturianos
- 2 morcillas asturianas
- 200 g de tocino
- 200 g de panceta curada
- 1 cebolla pequeña, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- 2 cucharadas de aceite
- 1 cucharadita de pimentón o paprika dulce
- 3-4 hebras de azafrán
- Sal al gusto
- Agua fría (la necesaria para cubrir)

- Para acompañar: pan de masa madre




PROCEDIMIENTO:


1. Deja remojando las alubias en un bowl con agua fría toda una noche antes de prepararlas.

2. En una olla grande agrega las alubias, el chorizo, la morcilla, el tocino y la panceta, y cúbrelas con agua fría. Lleva a ebullición lentamente y retira la espuma blanca que suba.

3. A parte, prepara un sofrito con el aceite, la cebolla, el ajo, el pimentón y el azafrán en un sartén. Apaga el fuego cuando la cebolla y el ajo estén suaves y transparentes, y agrégalo a la olla con las alubias.

4. Cocina a fuego muy bajo entre 2 a 3 horas, removiendo suavemente para evitar romper las alubias. Añade sal al final, ya que los embutidos suelen salar el guiso.

5. Acompaña con unas rebanadas de pan de masa madre tostadas.